A favor de la Vida
A principios del segundo milenio se ha puesto de manifiesto el hecho que las dinámicas culturales hegemónicas y las instituciones sociales dominantes nos están conduciendo hacia una creciente destrucción y degradación de la Vida.
Los síntomas más notorios de este fenómeno general son bien conocidos: extinción de especies, devastación de ecosistemas, deterioro de la salud, encarcelamiento masivo, conflagraciones bélicas, precariedad económica, etc.
El conjunto de nuestras fuerzas vitales, alienadas y explotadas a través del sistema capitalista y mercantil, bloqueadas y oprimidas mediante el sistema estatal, extraviadas y menospreciadas por obra del imaginario dominante, se han girado de tal forma y en tal grado contra nosotros mismos y el entramado vital del que formamos parte, que sus frutos resultan ser, cada vez más, una negación de la Vida.
Revertir esta situación, es decir, generar formas de Vida que favorezcan la Vida: he aquí el propósito fundamental del naciente Paradigma Provital.
El paradigma de una naciente Nueva Tierra debe tener como función esencial la afirmación, el cuidado y la comprensión de la Vida; su misión cardinal debe ser el florecimiento y el desarrollo de la misma en todas sus formas y dimensiones.
Ya en los años 60 del siglo XX el filósofo, sociólogo e historiador Lewis Mumford observó que el tema central de la nueva era que entonces podía empezar a vislumbrarse consistiría en “la defensa, potenciación y resurgimiento de la vida, el desplazamiento de lo mecánico por lo orgánico, y el restablecimiento de la persona como término definitivo de todo esfuerzo humano”.
Hoy, esta nueva era ha comenzado a devenir sutilmente más presente. Sin embargo, todavía no se ha puesto de manifiesto su paradigma integral; aún no lo hemos formulado conscientemente.
Y en eso estamos. Avanzando. Hacia un nuevo paradigma integral para la sanación, regeneración y reinvención de nuestra vida personal y social. Un paradigma fundado en los principios de Amor, Verdad y Libertad. Un paradigma enfocado en dar a luz a una Nueva Tierra y una Nueva Humanidad con el propósito explícito de favorecer y potenciar la vitalidad de la Vida en su totalidad y complejidad.