De modo integral

De modo integral

Los tiempos de la parcialidad, de las miras estrechas y de la perspectiva única deben acabarse. Para vivir en plenitud precisamos una visión integral y una actitud de integración. Filósofos holísticos como Ken Wilber o Raimon Panikkar, pensadores sociales como Félix Rodrigo Mora o Edgar Morin y maestros espirituales como Sri Aurobindo o Antonio Blay, han anunciado y promovido, desde hace décadas, el advenimiento de este nuevo estadio de la conciencia.

La integralidad proviene de la integración de polaridades, de la síntesis de perspectivas, de la comprensión de la complejidad, de la mentalidad mundicéntrica, de la conciencia cósmica. Su fruto es la plenitud. Con una visión integral y un estilo de vida integral devenimos más completos, armonizados, equilibrados, sinérgicos con la Vida.

Alcanzar un alto grado de desarrollo en una o dos dimensiones vitales relegando las demás es una vía obsoleta y cada vez más ilusoria de éxito. Nuestras potencialidades siempre han sido superiores, y hoy, con las grandes oportunidades de aprendizaje que nos brinda la civilización contemporánea, no existen factores limitantes importantes que bloqueen el camino de nuestro desarrollo personal integral.

Podemos, queremos y debemos construir una vida plena en todas las dimensiones: nuestra profesión, nuestra participación política, nuestras relaciones personales, nuestro pensamiento filosófico, nuestra conexión espiritual… a menudo debemos focalizarnos temporalmente en una dimensión o otra, pero no conviene que ignoremos o descuidemos nunca a ninguna de ellas.

Afortunadamente, cada vez más personas estamos asumiendo alegremente esta aventura.